CICLO Mr. ALLEN: 17. "OTRA MUJER" (1988)
INTRO. Retomamos hoy al fin el ciclo alleniano, justo donde lo dejamos en enero. Ya tocaba, sí. Y además, al tanto, toca entrecot dado que, siempre para mí, nos hallamos ante el film puramente dramático más bien cuadrado y sin apenas fisuras del famoso realizador: "Another woman". Y es que el perfil 100 % dramático de Don Königsberg aunque muy exiguo en número de referencias claras y bastante ninguneado/relativizado por sus detractores (en mayor o menor grado -y que los tiene y no pocos, aunque a nosotros nos parezca una falacia-) no deja de resultar, como mínimo, "interesante" (con la única posible excepción, opino, de "Septiembre"). Y es que siempre, siempre, tiene que escucharse nuestro eternamente apesadumbrado protagonista aquello tan cansino de "imita descaradamente a Bergman", al adentrarse en estos dramáticos terrenos... Cosa admitida (la influencia, se entiende) sin reparos por el neoyorquino pero que, a su vez, le hastia sobremanera ya que -alega él- usa también muchas otras referencias (literarias en su mayoria) y le parece que es, en cualquier caso, encorsetar/resumir demasiado el tema (alegremente, con saña y porqué sí, además). Y de acuerdo que en el caso concreto de hoy tampoco es que se ayude mucho a si mismo a la hora de desperdigar moscardones, no, utilizando como lo hace al director de fotografía habitual de cineasta sueco... Ahora bien, ya vale de tanta coña marinera (coño !), que parece que contra Woody se atreve ya hasta el tonto la aldea... Allen es Allen y no necesita parecerse a nadie para ser uno de los más grandes (por su sinpar, ubicable y tan personal proceder, mayormente). Siempre pienso que muchos de esos historiadores/críticos (y enteraillos varios) de la historia cinera toda (esos que pontifican y hacen ley/dogma de lo que es bueno y lo que no -de forma harto gregaria por lo general y ya puestos-), llegado el día en que el protagonista de este ciclo nos abandone, echarán al fin la vista atrás como procede y se arrepentirán lo nunca escrito por según que "florituras" ninguneadoras le han endilgado alguna vez al descomunal/pequeño genio de Manhattan. Ahí queda eso.
"SINOPSIS PRESTADA". Marion Post, una brillante profesora de Filosofía, ha solicitado una excedencia para escribir un libro. Un día descubre que desde el estudio en el que se ha instalado para trabajar puede escuchar las sesiones de psicoanálisis de una consulta contigua. Las conmovedoras confesiones de una de las pacientes la llevan a analizar en profundidad su propia vida, que, a partir de entonces, le parece vacía y basada en el autoengaño y el miedo a las emociones.
A FAVOR. Descontando títulos de crédito nos hallamos ante un largometraje que cuenta todo lo que tiene y quiere contar en hora y cuarto... Impecable ejercicio de síntesis del miope maestro que, para la ocasión, se decanta por zambullirse de pleno en la crisis existencial del que lo ha logrado todo en la vida y, ya rebasada la cincuentena, mira hacia atrás para descubrir con horror que la misma ha sido poco menos que una pérdida de tiempo. Una impresionante Gena Rowlands (a pocos meses de quedarse viuda de su marido, el Sr. Cassavetes, ya puestos) logra lo impagable con su pseudo-robótica interpretación (brutal contención extrema y bravo Mrs. Rowlands -eternos aplausos-) y hace de prota-guía absoluta del entramado siendo rodeada, eso sí, por un plantel de secundarios impecable donde destacan Ian Holm, Gene Hackman y la entonces innegociable (aún) Mia Farrow, cuyo rol es, de hecho el detonante de la sonada epifanía alcanzada por la protagonista...El resto viene servido por el descomunal buen tino habitual a la hora de elegir músicas por parte del cineasta y, entre otras, la adusta (e incluso algo fría las veces) fotografía elegida por Sven Nykvist... Sin olvidar, claro, los tan brillantes pasajes en forma de recuerdos, reales o imaginarios, sobre cuyas espaldas se cargan los momentos más incontestablemente bellos de la película. Rebasada también, al igual que su personaje principal del film, ya la cincuentena Allen aprieta los dientes y firma esta maravilla tan ex profesamente dramática y con ella, al fin, el film dramático definitivo de su tan extensa (y más que necesaria -muy frecuentemente al menos-) filmografía.
EN CONTRA. Pues mira que esto puede ser paridoso si no me explico bien pero, qué nasos, vamos allá... Al pensar en este film, lo enorme y brillante de su capacidad de síntesis, no puedo evitar siempre un (muy) leve pesar por el hecho de que lo refugia Allen en uno de esos personajes tan abiertamente pudientes habituales de sus films. ¿Y por qué ese leve pesar?. Por su potencial universalidad, claro. Que me merece, particularmente, un ir más allá de tópico alguno. Y, sí claro, por la misma naturaleza de la historia es/parece especialmente acertado, precisamente aquí, tirar de uno de esos estereotipos tan descaradamente esnobs del alto Manhattan ilustrado, pero, coño... Esto es perfectamente extrapolable a muchos otros carácteres como para reducirlo a la santa trilogía del judaísmo-intelectualidad-psicoanálisis (sumen la hipocondría cuando de comedia hablemos) acostumbrado. Aunque, al final of course, tenemos que volver de nuevo a principio de párrafo y con eso de "paridoso" pues el film, en definitiva, es bueno de narices y punto... Y es que estamos ante un "en contra" de esos puramente egoístas (parte de una premisa tan personal como gratuita) y tocacojones que a su humilde camarada le da por terciar cada tanto, vaya y no quepa duda.
CONCLUSIÓN. Le he subido medio punto sin vergüenza alguna al rememorar esa tan hermosa conclusión del folletín con la parábola del no-affaire Rowlands-Hackman. Pero es que además, qué caray, siempre estoy dando la brasa con el "intentar puntuar un film por lo que és"... No se puede valorar por el mismo rasero "Psicosis" que "Evil dead", dejando de lado que la calidad artística es incomparable y que, en principio, las dos nos deben dar pavor, lo uno es una obra de arte del cine en general y del suspense en particular y lo otro es una muy entretenida fricada de serie B sin mayor ínfula (y me refiero en todo momento a la original, matiz)... y, con todo, las dos son satisfactorias en su registro al fin... Por esa regla del tres con "Otra mujer" estamos, me repito, ante un drama puro y duro (aunque, curioso, cerca estuvo de ser comedia) y aunque ese género me haya dado grandiosas alegrías durante años no és, definitivamente, mi predilecto por defecto (yo soy un "noirense" de pro, como es bien sabido... Y también un rato cretino, vale, pero "noirense"). Y recapitulando toooodo el asunto y en definitiva, como drama "Otra mujer" es impecable de cabo a rabo. Excelente, a decir verdad y no me cabe duda.
GUZZTÓMETRO: 9/10
"SINOPSIS PRESTADA". Marion Post, una brillante profesora de Filosofía, ha solicitado una excedencia para escribir un libro. Un día descubre que desde el estudio en el que se ha instalado para trabajar puede escuchar las sesiones de psicoanálisis de una consulta contigua. Las conmovedoras confesiones de una de las pacientes la llevan a analizar en profundidad su propia vida, que, a partir de entonces, le parece vacía y basada en el autoengaño y el miedo a las emociones.
A FAVOR. Descontando títulos de crédito nos hallamos ante un largometraje que cuenta todo lo que tiene y quiere contar en hora y cuarto... Impecable ejercicio de síntesis del miope maestro que, para la ocasión, se decanta por zambullirse de pleno en la crisis existencial del que lo ha logrado todo en la vida y, ya rebasada la cincuentena, mira hacia atrás para descubrir con horror que la misma ha sido poco menos que una pérdida de tiempo. Una impresionante Gena Rowlands (a pocos meses de quedarse viuda de su marido, el Sr. Cassavetes, ya puestos) logra lo impagable con su pseudo-robótica interpretación (brutal contención extrema y bravo Mrs. Rowlands -eternos aplausos-) y hace de prota-guía absoluta del entramado siendo rodeada, eso sí, por un plantel de secundarios impecable donde destacan Ian Holm, Gene Hackman y la entonces innegociable (aún) Mia Farrow, cuyo rol es, de hecho el detonante de la sonada epifanía alcanzada por la protagonista...El resto viene servido por el descomunal buen tino habitual a la hora de elegir músicas por parte del cineasta y, entre otras, la adusta (e incluso algo fría las veces) fotografía elegida por Sven Nykvist... Sin olvidar, claro, los tan brillantes pasajes en forma de recuerdos, reales o imaginarios, sobre cuyas espaldas se cargan los momentos más incontestablemente bellos de la película. Rebasada también, al igual que su personaje principal del film, ya la cincuentena Allen aprieta los dientes y firma esta maravilla tan ex profesamente dramática y con ella, al fin, el film dramático definitivo de su tan extensa (y más que necesaria -muy frecuentemente al menos-) filmografía.
EN CONTRA. Pues mira que esto puede ser paridoso si no me explico bien pero, qué nasos, vamos allá... Al pensar en este film, lo enorme y brillante de su capacidad de síntesis, no puedo evitar siempre un (muy) leve pesar por el hecho de que lo refugia Allen en uno de esos personajes tan abiertamente pudientes habituales de sus films. ¿Y por qué ese leve pesar?. Por su potencial universalidad, claro. Que me merece, particularmente, un ir más allá de tópico alguno. Y, sí claro, por la misma naturaleza de la historia es/parece especialmente acertado, precisamente aquí, tirar de uno de esos estereotipos tan descaradamente esnobs del alto Manhattan ilustrado, pero, coño... Esto es perfectamente extrapolable a muchos otros carácteres como para reducirlo a la santa trilogía del judaísmo-intelectualidad-psicoanálisis (sumen la hipocondría cuando de comedia hablemos) acostumbrado. Aunque, al final of course, tenemos que volver de nuevo a principio de párrafo y con eso de "paridoso" pues el film, en definitiva, es bueno de narices y punto... Y es que estamos ante un "en contra" de esos puramente egoístas (parte de una premisa tan personal como gratuita) y tocacojones que a su humilde camarada le da por terciar cada tanto, vaya y no quepa duda.
CONCLUSIÓN. Le he subido medio punto sin vergüenza alguna al rememorar esa tan hermosa conclusión del folletín con la parábola del no-affaire Rowlands-Hackman. Pero es que además, qué caray, siempre estoy dando la brasa con el "intentar puntuar un film por lo que és"... No se puede valorar por el mismo rasero "Psicosis" que "Evil dead", dejando de lado que la calidad artística es incomparable y que, en principio, las dos nos deben dar pavor, lo uno es una obra de arte del cine en general y del suspense en particular y lo otro es una muy entretenida fricada de serie B sin mayor ínfula (y me refiero en todo momento a la original, matiz)... y, con todo, las dos son satisfactorias en su registro al fin... Por esa regla del tres con "Otra mujer" estamos, me repito, ante un drama puro y duro (aunque, curioso, cerca estuvo de ser comedia) y aunque ese género me haya dado grandiosas alegrías durante años no és, definitivamente, mi predilecto por defecto (yo soy un "noirense" de pro, como es bien sabido... Y también un rato cretino, vale, pero "noirense"). Y recapitulando toooodo el asunto y en definitiva, como drama "Otra mujer" es impecable de cabo a rabo. Excelente, a decir verdad y no me cabe duda.
GUZZTÓMETRO: 9/10