LAS AVENTURAS DE TINTÍN: EL SECRETO DEL UNICORNIO (2011)

INTRO. Como ya he comentado por aquí en alguna ocasión, no soy precisamente fan del Sr. Spielberg. Tampoco me considero un hater, ojo (y aunque así a alguien resulte). Es más, considero al King Midas de marras el más grande de la historia del cine toda en un lance muy concreto: secuenciando acción. Los Indianas (los tres primeros, vaya), Tiburón o, en menor medida, cosas más avezadas a un ritmo desenfrenado del tipo "Atrápame si puedes", la propia e inicial "El diablo sobre ruedas" (aunque sea un amazing stories "estirado"), o incluso la por muchos apestada "1941", son -o así lo considero- "mi Spielberg" (y aunque aún en dichos registros me la cague a veces, y aquí no me extiendo para no liarla más de la cuenta). Lo demás oscila entre un "no me interesa" o, abiertamente, un "dios mio, qué manera de tirar la pasta"... No soporto esa manera de dramatizar suya, a base de "unidades de información", donde se te lleva de la mano como a un borrego y se te subrayan las emociones a cada paso (todo muy bien envuelto en los aspectos técnicos y con la genialidad de turno de Williams en primer término, cómo no). Pero su inercia natural por la aventura , donde sí me lo creo y me luce, me parece del todo irreprochable en varios films. Y, finalmente y sin duda, el film de hoy, el que debiera haber sido realmente ese "Indi 4" (y no lo que fue), encaja de pleno en los mentados parámetros.

SINOPSIS PRESTADA. Tintín, un joven periodista dotado de una curiosidad insaciable, y su leal perro Milú descubren que la maqueta de un barco contiene un enigmático y secular secreto que deben investigar. A partir de ese momento, Tintín se verá acosado por Ivan Ivanovitch Sakharine, un diabólico villano que cree que el joven ha robado un valioso tesoro vinculado a un cruel pirata llamado Rackham el Rojo. Pero, con la ayuda de Milú, del cascarrabias capitán Haddock y de los torpes detectives Hernández y Fernández, viajará por medio mundo, sirviéndose de su proverbial astucia para burlar a sus perseguidores y encontrar antes que ellos El Unicornio, un navío hundido que puede proporcionar la clave de una fabulosa fortuna y de una antigua maldición. (FILMAFFINITY)

A FAVOR. Sólo por la belleza plástica de las imágenes cabría dar por recomendada la película. Pero es que, además (y además del genial concurso del de siempre en la partitura), el cariño por los personajes, los lugares, las historias... Todo lo que concita el "universo Tintín", en resumen,  queda reflejado de una manera que puede revertir en puras lágrimas para el seguidor del cómic. Tal cual. Sumando ahora que, para el no tan fan (o no tan conocedor del original), su único "problema" es enfrentarse a una película de aventuras que no deja de ser un cañón en momento alguno. Magnífico Spielberg y su ritmo de pautas para la aventura, haciendo lo que (para algunos) tendría que hacer -o intentar hacer, al menos- siempre. Y sí, si se coincide con la visión del asunto que aquí se tiene, los Hdez. Y Fdez. siguen siendo tan inexcusablemente tontos como de costumbre (lo que menos me gustó siempre de la obra de Hergé), pero todo se compensa con un Haddock (justo lo contrario que el paréntesis anterior) más que fiel al original y que rebosa carisma desde la primera aparición y casi, pareciera, sin siquiera intentarlo... De no entenderse así esto, pues nada: "¡ Bachi-buzuk !", "¡ Iconoclasta !" (etc).

EN CONTRA. Que formando, como lo hace (y además con Jackson de por medio, cuya opinión me reservo para otra ocasión), parte de una saga alguien se despiste y se lo pierda como el magnífico film -de animación y en general- que és por si mismo y de manera autoconclusiva.

CONCLUSIÓN. De muy lejos venía la querencia del cineasta por la icónica obra de Hergé. Y se nota. La panoplia completa y lograda al final (y empezando por esos títulos de crédito que son, directamente, un regalo impagable para los conocedores de la tan famosa colección de cómics) es de traca. Por si fuera poco, Spielberg se atreve con este tipo de animación real en 3D que, hasta entonces, no había funcionado todo lo bien que debiera y la jugada le sale, ni qué decir, de narices y más (muchas gentes, mucha pasta... si se pone, se pone, que eso supongo sería el reverso positivo de hacer de la macroproducción bandera). Para terminar y dar mayor sentido al título de epígrafe: film muy, endiabladamente en realidad, entretenido (y muy para bien, que no medie lectura más allá en ningún caso) que se recomienda sin reservas y como una contundente cima en el cine de aventuras que sin duda és.

GUZZTÓMETRO: 8'5 / 10

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