YOUR NAME (2016)
INTRO. Desconozco, obvio, como se siente el señor Makoto Shinkai con eso de "el nuevo Miyazaki" pero sospecho, de alguna manera, que una vez superado el agradecimiento por tanta deferencia la cosa le debió y debe resultar, perentoriamente, una tocada de glándulas seminales importante... No es culpa suya, faltaría, que hay que vender motos desde varios frentes y además conviene empujar para el caso. Que lo de este hombre es más bien el drama y siempre, quieras que no, va a costar un algo de más (aquí no hay una premisa de acción, sci-fi y/o periferias a modo foco magnético para atraer teenagers o "jóvenes adultos" en tropel). En cualquier caso, y chorradas "extra-film" al margen, esta tan pluripremiada "Your name" (quinto y penúltimo film de Shinkai hasta fecha presente) se las ha apañado para trascender e invadir el "susio occidente" con una contundencia que, como poco, sorprende... O, maticemos, lo hace hasta que la terminas por vez primera. Después se explica sólo el tema. Y, en efecto, sólo habrá un Miyazaki (igual que soló habrá un Lang, Ford o Hitchcock, nos jodió), pero acercarse a una obra tan simple y llanamente hermosa como "Your name" con dobleces garraferas, y/o gratuitos cinismos por montera, es de un anodino del caerse de nalgas varias veces... Y les confieso, antes de saltar a lo siguiente, que puse "anodino" porque utilizar "gilipollas", aunque sin duda más acertado, nos fastidiaba demasiado la cosa del zen.
A FAVOR. Aunque pienso, está claro, que cuando alguien utiliza la expresión "es un must" debieran caerle encima e ipso facto las 16 T. de los Python por un tema de justicia elemental, lo cierto es que, sin duda, estamos con el film de hoy ante un más que contundente caso de: "miradlo tod@s esto, qué es mu bonito". Tal cual. Y desde ahí (no se dude) podríamos someter a quien se cruce, y durante no pocas horas, a una turra monumental a fin de ensalzar los valores estéticos de "Your name" (stendhalazo puro y a la yugular, directamente). Sin embargo, qué cosas, dado lo evidente de ello (mírense el trailer de ser necesario, no tiene más esto), confieso que lo que más me ha sorprendido es la pericia narrativa conseguida al hacer recuento postrero... Y no es nada nuevo, si nos ponemos repelentes/pejigueros, ok. Que el ir metiendo y sacando elemento fantástico según convenga a la trama lo hemos visto innumerables veces desde el cine silente y hasta ayer. Pero en este largometraje nos enfrentamos a varios momentos donde parece se nos va a caer el castillo y se nos va a cortar la mayonesa a la vez para, siempre (sin fallo), remontar con solvencia plena... Todas y cada una de las veces. Y no se logra, atención, utilizando ese "reverso fantástico" a lomos del chapucero deus ex machina de turno (otra expresión insufriblemente sobada y que me toca las meninges en sobremanera, en efecto, pero así agilizamos). Se logra por la empatía te generan sus protagonistas. Sin más. Es decir, el drama humano se antepone por completo al detonante de una acción enmarcada en un contexto que, de tan bonito, te roba los ojos y un giro argumental, más o menos ingenioso según observe pero que en el peor de los casos funciona como inflexión sobre la que apoyar el último acto sin problema asome, que se da en determinado lance y ya hasta el final. O sencillamente es que, aquí (bso incluida), se consigue un equilibrio entre personajes, trama y ambientación cuyo único y final aforismo realmente válido es aquello del "cuando todo está bien...". "Un must", vaya.
EN CONTRA. El sistema de echar mano a pequeños videoclips (estratégicamente situados) a modo socorrida cortinilla entre partes puede, con muy especial hincapié en dicho "puede", chirriarle a alguien. No debiera, que es un tropo muy común en el anime (de hecho arranca el film en dichos modos sin vergüenza medie) y además se hace muy puntual uso que no abuso de ello, pero ahí quede ello señalado para el puntullista de turno.
CONCLUSIÓN. Mucho me temo que aún tendremos que esperar un tiempo, gracias a la sobreexposición brutal de la película (con la habitual retahíla de dires y diretes, más o menos aterrizados, que de ello deriva y multiplicando el todo por lo indecible en estos "nuestros internáuticos tiempos"), para concretar a ciencia cierta si "Your name" merece un sitio de honor dentro de la tan exclusiva relación de referencias que han traspasado la frontera nipona para quedarse en el imaginario global y más allá del maestro Miyazaki... Dicho de otra forma: ¿conseguirá "Your name", en algun momento, el estatus de "Akira", "Ghost in the shell", "Perfect blue" o "La tumba de las luciérnagas"?. Servidor apostaría a que sí. De forma rotunda además. Y quizá le cueste algo más al ser, tras todo su embalaje estético y básicamente, un drama de varios pares de narices. Pero, al igual que ocurrió en determinado momento y ya para siempre con las bastante lejanas "luciérnagas" del socio del Genio en Ghibli, la calidad (más allá de géneros y consideraciones críticas recientes que, por naturaleza, acabarán por diluirse en el tiempo) es demasiado evidente. Imprescindible al humilde parecer de esta casa, sea como fuere, incluso yendo más allá del "cine de animación". Y a qué más.
GUZZTÓMETRO: 10 / 10
Comentarios
Publicar un comentario